Horror Box regresó al Museo de Cera de Barcelona para crear una experiencia totalmente distinta a Museo de Cera Horror Experience. Se trataba de Infection Horror Experience, un videojuego en primera persona en el que los participantes debían sobrevivir a un apocalipsis zombie. La misión de los participantes era recorrer el Museo de Cera a oscuras con la única ayuda de una linterna, resolver pruebas, enigmas y sobrevivir al contagio para conseguir la vacuna. La experiencia se realizaba en pareja o en solitario y el reto era distinguir a los infectados de las figuras. Los participantes que lo deseaban podían adquirir una pistola para matar a los zombies.